Pero ¿dónde están las llaves para evitar que la cerradura siga cerrada? Las he buscado en todos los elementos líquidos: lágrimas, diversos fluidos corporales, vasos con agua, cerveza y vino... Las he buscado en las palabras, murmuros y gemidos. Las he buscado en las hornillas de la cocina y en el fuego de los mecheros, pero ¡¿dónde está?!
Siempre las colgabamos en la puerta, teníamos claro dónde encontrarlas. ¿Aparecerán pronto o tendré que hacer una copia nueva semiperfecta?
Lasset
martes, 4 de mayo de 2010
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