La vida serena es aquélla en la que estoy a veces: se echan unas risas con los amigos, se vuelve a casa, se ven algunas buenas pelis,... no pasa nada realmente importante.
Bienaventurados los que se equivocan, los que sienten rubor en las mejillas al fallar, los que tienen que arreglar su vida a cada momento. Los que tienen que atreverse a saltar al otro lado porque el suelo se cae bajo los pies. Son los que van aprendiendo, los que llegan a tener una vida ordenada y a la vez llena de obstáculos: una vida llena de problemas resueltos. Son los únicos vivos de todos nosotros.
¿Qué tengo que hacer para entrar en esa cúpula de elegidos? ¿Decirle que me gusta a pesar de todo y ver qué pasa? ¿Recibir una bofetada que me despierte?
miércoles, 5 de mayo de 2010
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