jueves, 23 de abril de 2009

Conoces bien mi jeroglífico, las caras que ni yo he visto ni adivinaría nunca, las hogueras internas que deshacen la capa de hielo.

Que mi frialdad sirva para mantener ese hielo: sin él, me consumiría en un instante. Sería glorioso pero sólo duraría lo que duran las alas de mariposa en el infierno.

Ser

¿Sabes qué pienso? Que tu misterio no debe permanecer en secreto, no necesitamos de tu prudencia, su virtud y eficacia no se verá disminuida. Estoy absolutamente aburrida de ello, aprende de lo atípico, tú que tenías la supuesta capacidad para enseñarlo. ¿Dónde ha quedado? ¿Crees que vale la pena volver a exponerlo?

Nia

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