lunes, 20 de abril de 2009

Se escapa, hay que perseguirla

A tientas, escribo desde la cama, envuelto en los sudores de la gripe. A mi alrededor, la casa, y fuera, los obreros pintándola. Y dentro, la oscuridad, y en medio, la cama, y entre las sábanas, quien "ahora escribe esto tan vacío...".

¿La inspiración es como la salud...? ¿Se agota con el tiempo? No lo sé... Espero que no: espero que se nutra con la experiencia, y que la imaginación no nos abandone sino al contrario. Que el palacio que somos se vaya enriqueciendo.

Lo que es seguro es que hay que ganarse la inspiración: hay que encontrar a las musas y no al revés porque ellas no van en busca de nadie.


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